Agobiante resulta enfrentarse todos los días al televisor para contemplar azorado la novela bizarra y vomitiva entre la Tota Santillan y sus deudos, léase Fernanda Vives, Cecilia Oviedo, y una lista interminable de etceteras.
Mas abominable es asistir a la absoluta falta de criterio de periodistas recibidos en la Pitman que, lejos de poner blanco sobre negro respecto de la situación, confunden mas al espectador tomando partido por unos o por otros según les convenga.
Existen varias imputaciones que se le consignan a Daniel "víctima" Santillan, por lo que luego de una búsqueda mínima por Google, he llegado a algunas conclusiones, son las que siguen:
Divorcio:
La ley es clara al respecto: los bienes del matrimonio adquiridos durante el mismo, corresponden a la sociedad conyugal, y disuelta esta, se repartirán equitetivamente entre los conyuges. En este caso en particular, en el que no hay matrimonio civil, la ley indica que habiendo convivido por un termino no menor a cinco años, la división será idéntica a la que opera en un matrimonio civil.
Paso en limpio, aun no estando casados, y habiendo convivido por mas de 5 años, le corresponden a Fernanda Vives el 50% de los bienes que la pareja haya adquirido durante la convivencia. O sea, Tota, le corresponde la mitad de tu auto también!
Por lo que se deduce que Fernanda Vives está actuando de pleno derecho cuando reclama la mitad de la casa, del auto de el, de los muebles y del auto de ella, también los ahorros. Se me dirá, ella no pagó casi nada por esos bienes. Supongamos que Fernanda no fuera famosa y fuera ama de casa, sin haber trabajado nunca, tampoco le correspondería reclamo??????? La teoría instalada en los medios respecto a proponer a Fernanda como una "aprovechadora" es misógina y sexista.
Infidelidades y golpes: Cada vez que se le pregunta a la Tota por estos temas, el responde diciendo: Si fui infiel o la golpeé, que me traiga las pruebas. Otro discurso misógino y sexista. Si no le metiste los cuernos, decilo: "yo jamás le metí los cuernos"; si no le pagaste, decilo: "yo jamás le pegué". Con su respuesta simplona y de macho dominante lo único que hace Santillán es confirmar las sospechas de infidelidad y maltrato que le son imputadas por su ex pareja.
Novias pagas: La tota Santillan es una persona capaz como cualquiera de enamorar a cualquier señorita, sin importar su condición física. Ahora, la aparición de estas novias rentadas que se suceden a cada momento no responden a la incapacidad de la Tota de levantarse una mina, sino a un juego mediático que el personifica para sostenerse en un programa y suscitar la atención pública. De otro modo, si hacemos lugar a sus dotes para el baile, se hubiese ido en la segunda semana. Estos gatos mediáticos alimentan su imagen de "latin lover", única manera de seguir bailando por un sueño.
Llanto fácil: No se si estudio con Alezzo, Norman Brisky o Alejandra Boero, pero las lágrimas de ocasión que inundan las mejillas de Santillán son falsas de toda falsedad. Ocurre que cuando no le es posible argumentar seriamente respecto a un tema en particular, y acorralado por una mente superior (digamos Gerardo Sofovich) la situación se le va de las manos y estalla en llanto.
Soy un laburante: En todas las notas que vemos sobre su derrotero, encontramos a un supestamente laburante, que se rompe el alma para poder tener su casita en Castelar. La casa, según sus propios dichos, cuesta U$S 90000... Como hace un laburante para saldar la deuda de la casa en un año????? Digo, en que labura un laburante para juntar en un año 90000 dólares??????? Porque convengamos que además debe ir al super, pagar impuestos, vestirse, etc. Les dejo la inquietud.
Soy un caballero: Si lo fuera, no saldría a hablar de la manera que lo hace sobre su ex mujer, y toda vez que se terminan los contratos felinos, de sus ex parejas. Un caballero habría resuelto las cosas en silencio, aun cuando su ex pareja lo ensuciara públicamente. Soldán es un claro ejemplo de eso, su vida fue ventilada asquerosamente en los medios y jamás se le oyo decir que su ex se montaba a la primera de San Lorenzo.
Fernanda es el pasado en mi vida: Mentiraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, si así fuera no estaría alquilando bataclanas de poca monta para que finjan una relación inexistente. No lloraría cada vez que se acuerda de ella. No se ensañaría como lo hace para destruirla. Yo se, es difícil superar un duelo, pero haciendo puré a tu ex no es la mejor manera de procesarlo.
Quiero decir también, que Fernanda Vives no me recuerda a Santa Rita de Casia. A ver, ella no es la Madre Teresa, pero el embiste del que es víctima por parte de su patotera ex pareja y algunos periodistas es verdaderamente inmundo.
Creo que he sido claro, ustedes que opinan?????
