22 febrero 2012

Oido al pasar

Los mediocres, más inclinados a la hipocresía que al odio, prefieren la maledicencia sorda a la calumnia violenta. Sabiendo que ésta es criminal y arriesgada, optan por la primera, cuya infamia es subrepticia y sutil. La una es audaz; la otra cobarde. El calumniador desafía el castigo, se expone; el maldiciente lo esquiva. El uno se aparta de la mediocridad, es antisocial, tiene el valor de ser delincuente; el otro es cobarde y se encubre con la complicidad de sus iguales, manteniéndose en la penumbra.

Los maldicientes florecen doquiera: en los cenáculos, en los clubs, en las academias, en las familias, en las profesiones, acosando a todos los que perfilan alguna originalidad. Hablan a media voz, con recato, constantes en su afán de taladrar la dicha ajena, sombrando a puñados la semilla de todas las yerbas venenosas. La maledicencia es una serpiente que se insinúa en la conversación de los envilecidos; sus vértebras son nombres propios, articuladas por los verbos más equívocos del diccionario para arrastrar un cuerpo cuyas escamas son calificativas pavorosos.

Vierten la infamia en todas las copas transparentes, con serenidad de Borgias; las manos que la manejan parecen de prestidigitadores, diestras en la manera y amables en la forma. Una sonrisa, un levantar de espaldas, un fruncir la frente como subscribiendo a la posibilidad del mal, bastan para macular la probidad de un hombre o el honor de una mujer. El maldiciente, cobarde entre todos los envenenadores, está seguro de la impunidad; por eso es despreciable. No afirma, pero insinúa; llega hasta desmentir imputaciones que nadie hace, contando con la irresponsabilidad de hacerlas en esa forma. Miente con espontaneidad, como respira. Sabe seleccionar lo que converge a la detracción.

Dice distraídamente todo el mal de que no está seguro y calla con prudencia todo el bien que sabe. No respeta las virtudes íntimas ni los secretos del hogar, nada; inyecta la gota de ponzoña que asoma como una irrupción en sus labios irritados, hasta que por toda la boca, hecha una pústula, el interlocutor espera ver salir, en vez de lengua, un estilete.

5 comentarios:

lidiaazul dijo...

Hola amor!Aqui estoy alejada de los bloggs y mucho mas contenta! Ya te contare.Creo entender tus palabras de desaliento y tristeza al cabo. Por eso lo del alejamiento. Hay maledicencia, sorna , amoralidad al insinuar? decir difamar preguntarse con sorna sera verdad? con dedito a lo Mirta. Ponzoñosos cobardes q no dirian nada de lo q insinuan con el elixir del veneno si se los desenmascarara.Cloacas con vocacion de chimenteros profesionales, fieles siervos sin la riqueza de sus patrones q los usan a piachere x sentir un orgasmo cuando el patron los nombra. Oh! placer de los dioses! me nombro un famoso HDP. Ergo, tamb lo soy.Pobres bichas xque siempre son, algun q otro especimen masculino existe pero las minas somos de terror!. Todos los dias los ves en los programas politicos, noticieros tamb. Cuervos picoteando los cadaveres recientes, parados con sus garras sobre ellos y ejerciendo lo q mejor saben hacer.Maledicentes, ponzoña pura. nO TIENEN REPAROS EN NADA .Afirman lo q ante un tribunal no podrian sostener. Niegan virtudes de qjuienes odian. Estan agazapados como lo ratas q son y dan mucho mucho asco!No permitas q alguno de ellos ensucie tu blog. ya se q no estas pendiente xque no te estas rascando el higo todo el dia. Si solo alguna vez las hubiesen amado no podrian se les nota la carencia,por eso maldicen odian,y son MALEDICENTES. Te quiero!Nos vemos si Dios quiere.

Anónimo dijo...

Lidiaazul,cansas.

NINA dijo...

Cuantas palabras dificiles che!!!,creo entender,te referis a alguien que,si bien no insulta deliberadamente,dice por ejemplo"dudoso origen"(sigo sin entender)?? A quien dice aceptar la diversidad de opinion,sin insultar,pero se apiada del odio que existe en los corazones de quienes no comparten sus puntos de vista???

NINA dijo...

TE RECONTRA SAQUE LA FICHAAAA!!!!

NINA dijo...

Y ESPERO TU HUMILDE OPINIONNNNNNNNN