11 enero 2010

Patetifort

El poliforme mediático devenido en estrella nacional en ascenso, Ricardo Fort, tiene programa propio... Anoche en America TV, donde mas????

El ostentoso recorrido incluyó su participación en la cena de fin de año en el Costa Galana, rodeado de rutilantes figuras como Adriana Salgueiro, Gino Renni o Carolina Papaleo (aguante la ficción carajoooo!). También pudimos apreciar sus dotes como padre devoto de sus hijos procreados geneticamente.

La lógica Forteana es la del tener para ser, epítome de la aldea global santo y seña de la farándula argentina.

Allí reside su éxito, su exhibicionismo for export funciona en la sociedad como hipótesis de réplica. El público festeja un ser que se jacta de ser rico, que modifica su cuerpo a su antojo, que elige a sus hijos de la misma manera que un Plasma, que reduce a las mujeres a la función de objeto, al igual que a sus amigos (a quienes no les deja elegir nada porque es El quien paga).

Hay que decir que no estamos frente a un ser virtuoso, y no por lo antedicho, sino porque de no mediar su poderío económico sería cantante en algún crucero de lujo, entreteniendo ancianos por proa (mientras a el lo entretienen por popa).

Lo trágico del asunto no es la presencia de Fort, que será escueta y desaparecerá por donde vino... Lo verdaderamente triste es que nosotros, como espectadores, festejemos alegremente lo que nos propone, a saber:

Eres en tanto tienes.
El trabajo es para la gilada.
Las mujeres son como un par de botas, me las pongo para salir.
Reniega de tu condición de homosexual, porque esta mal visto.
Los amigos son los que te puedas pagar.
Existes en tanto tengas presencia en los medios.
Trata a tus empleados como esclavos, con mano dura.
Exhibe tu opulencia, de otro modo eres pobre, y eso es espantoso.

Ahora recuerdo las palabras de la tía Susana, en Esperando la Carroza...

"Hay que tener plata para que lo inviten a uno"




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